VERDADES SOBRE EL «BOTOX»

A pesar de los años que lleva utilizándose la toxina botulínica en Medicina Estética, sigue produciendo todavía temor en los pacientes debido a las noticias que aparecen en prensa o en medios sensacionalistas. No todo lo que se inyecta es bótox, no se rellena la cara ni los labios con bótox, ni aporta volumen. Una toxina botulínica  bien indicada, aplicada a dosis correctas y en el sitio adecuado no se nota, lo que aporta es un aspecto descansado y relajado, al suavizar la actividad muscular responsable de ciertas arrugas, como arrugas de la frente, entrecejo y patas de gallo. Con un buen diagnóstico, como realizamos en la consulta de Dra Esther Durán Márquez, en Badajoz, se consigue un resultado natural y armónico y suavizar las facciones.

El ¨bótox¨ es el tratamiento indicados para tratar las arrugas de expresión.

Es un tratamiento muy seguro, debido a que lleva más de 20 años siendo utilizado en el campo de la Medicina para tratar enfermedades musculares en niños y adultos, y más seguro aún porque las dosis que utilizamos a nivel de la Medicina Estética es mínima comparada con la que se utiliza a nivel hospitalario. por ejemplo, para tratar a un niño con espasticidad se pueden llegar a utilizar 400 unidades, mientras que para tratar arrugas sólo son necesarias 50 unidades . La seguridad del tratamiento depende de QUIEN APLIQUE EL TRATAMIENTO, no en el producto en sí. Exija siempre al especialista la titulación necesaria para poder realizar toxina botulínica, y el permiso de Sanidad necesario para poder realizarlo en la clínica.

El ¨bótox» en sí no engancha,  cuando se reabsorba y desaparezca su efecto, no nos veremos peor que antes. Sí se recomienda su aplicación dos veces al año para conseguir lo que consideramos el mejor efecto del «bótox», que es su efecto preventivo para que las arrugas estén cada vez más relajadas y difuminadas.

No todo el mundo se puede realizar este tratamiento. En la Consulta de la Dra Esther Durán Márquez en Badajoz se le realizará una historia clínica para descartar posibles patologías contraindicadas para realizar este tipo de tratamiento.

Mostramos el antes y el después de una paciente con aplicación de toxina botulínica a los 15 días de la aplicación, en arrugas de la frente, entrecejo y patas de gallo.

 

 

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