Presoterapia

Muchas pacientes acuden a la clínica aquejadas de problemas circulatorios, piernas cansadas y patología venosa superficial que no logran mejorar con el ejercicio o los masajes que incorporan algún tipo de crema fría. Para estos tipos de dolencias, la técnica de presoterapia está indicada clínicamente por su efectividad probada en medicina estética, fisioterapia y flebología.

Su tecnología nos permite realizar mediante un total control de inflado y desinflado por sectores con una estructura neumática que se adapta perfectamente al volumen del paciente, una estimulación venosa y linfática en sentido distal a proximal (de retorno). Actúa mediante un aparato que tiene un compresor de aire, ayudando al sistema linfático a su función de eliminación de grasas y toxinas.

Además, en el caso de los deportistas la presoterapia es un tratamiento muy recomendado en los procesos de recuperación. Supone una ayuda a la hora de relajar los músculos, evita contracturas y dolores y eliminar la sensación de fatiga muscular.

El número de sesiones necesarias se valorará de forma individual según cada caso, aunque lo habitual es que sean necesarias entre 8 y 15 de unos 30 minutos cada una. Tras la sesión de presoterapia el paciente puede hacer una vida completamente normal.

COMO SE REALIZA

El paciente se encuentra totalmente relajado en un traje neumático que cubrirá la zona de las piernas y los glúteos. Esta cobertura realiza una presión, totalmente indolora, que se alterna en forma ascendente. Así se estimula el sistema circulatorio de retorno, que genera un efecto de drenaje linfático y elimina los líquidos, toxinas y grasas que provocan la aparición de celulitis, varices o edemas.

Además, uno de sus múltiples beneficios es que estimula el sistema inmunológico y tonifica los músculos, por lo que las zonas de actuación como las piernas y los glúteos tendrán un aspecto más modelado y firme.

TIPOS DE PACIENTES

La presoterapia no sólo supone una mejora estética, sino que también ayuda a solucionar problemas médicos. Por ello los agrupamos en dos tipos.

Los pacientes que quieren obtener una mejora estética: en este caso, lo habitual es que se quieran solucionar problemas relacionados con la celulitis, así como remodelar el cuerpo y reducir algunos centímetros. Es por ello que es un tratamiento muy recomendado cuando se combina con una dieta adecuada y ejercicio, e incluso pacientes que se han sometido a una liposucción. Es el complemento ideal para tratamientos de mesoterapia.

Los pacientes que deben solucionar un problema médico: habitualmente aquejados de problemas circulatorios, piernas cansadas, hinchadas e incluso dolor. Además, también puede aplicarse en la zona de los brazos en pacientes que han sido intervenidos de mastectomía y tienen problemas de irrigación en la zona de las extremidades superiores.

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